La utilización del barro o
arcilla se remota desde hace muchos años,
los egipcios aplican barro como tratamiento terapéutico y cosmético; de hecho
también fue muy utilizado por los romanos, griegos, árabes y otras
civilizaciones con el mismo fin, pero también como material de construcción, al
ser un material de la naturaleza éste era manipulado con mucho interés por su
nulo costo.
La arcilla es un material
natural, de variadas procedencias y composiciones minerales existentes en el
agua y la tierra; es por ello, que tiene propiedades refrescantes, antiflamatorias
y cicatrizantes. De hecho en la actualizad los naturópatas, lo recomiendan como
uno de sus tratamientos naturales por sus maravillosas propiedades terapéuticas.
El barro o arcilla proviene
normalmente de terrenos volcánicos, áreas cercanas a manantiales y el fondo del
mar; y lo podemos conseguir en cualquier tienda naturista e incluso ya se vende
comercialmente para ser aplicado como mascarillas para la piel.
Como tratamientos terapéuticos;
el barro o arcilla se utiliza para remediar diferentes males, entre ellas se
encuentran:
ü Se aplica
para purificar y eliminar las toxinas de nuestro cuerpo, cuanto más se calienta
éste para aplicar sobre la piel, más logrará extraer el calor interno, es
decir, actúa a nivel interior como efecto calorífico. Lo anterior se debe a la
porosidad que posee, la arcilla puede absorber una gran cantidad de calor para
expulsarlas.
ü Se
utiliza las cataplasmas de arcilla para; congestiones de riñones, hígado,
estómago, por tener un efecto sorprendente al absorber, cicatrizar y
descongestionar el interior de nuestro organismo, logrando activar la circulación
sanguínea de la piel y revitalizar el sistema nervioso por las propiedades de
la tierra.
ü Es
un maravilloso desinfectante, con la aplicación de la arcilla húmeda se extrae los
gérmenes patógenos; y ayuda a la regeneración celular, lo cual permite
cicatrizar rápidamente úlceras y llagas por su gran contenido en silicato de
aluminio.
ü También,
estimula la función cutánea, de manera que nos ayuda a sanar la piel, incluso a
desinflamarla en caso de golpes, picaduras de insectos o quemaduras ya que
actúa como calmante y refrescante en las zonas afectadas.
Para aplicarla, se prepara
una cataplasma o paño de arcilla con un poco de agua, la temperatura de la arcilla dependerá del motivo por el que la apliques; fría cuando sea sobre las zonas
inflamadas y deberás retirarlas antes de que se caliente demasiado o esté ya
seca; si el motivo por el que la aplicas es para tonificar un órgano débil éste
deberá estar caliente y tendrás que renovarla antes de que se enfríe.
¿Qué dices los tomarás en cuenta?
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